Paradoja del asesino

Paradoja del asesino en realidad fueron dos sueños, no uno. Desgraciadamente no recuerdo muchos de los detalles así que posiblemente la historia sea corta, pero al menos espero que les quede la idea de cómo me sentí al final.

Para empezar era de noche (un escenario perfecto para una de mis innumerables pesadillas, aunque no siempre es así), no puedo decir con exactitud si mis padres o si mi hermano estaban en casa conmigo (situación que muchas veces ocurre en mis sueños), pero si de algo estoy seguro es de que no estaba sólo en la casa.

Para hacerlo simple la cosa fue así: yo soy asesinado esa noche afuera de mi casa… no recuerdo cómo, ni quién, ni por qué, pero sólo puedo decir que no recuerdo haber sentido dolor ni sufrimiento alguno ya que fue rápida la cosa… así termina mi primer sueño o quizá sea más correcto llamarlo pesadilla, aunque por lo descrito para mí no fue así, pero bueno al final ni yo mismo puedo decir con certeza si podría considerarse o no como una pesadilla.

Bueno, ya le di muchas vueltas (así nomás soy yo), así que ahora vayamos a lo interesante.

El otro sueño comienza también de noche, no sé exactamente cuánto tiempo pasó desde que tuve el anterior sueño (creo que fueron meses, pero no estoy seguro). El asunto es que en este sueño yo me siento como si estuviera buscando algo. Estoy por las calles caminando con mucha cautela y procurando no llamar la atención de nadie. Aunque en mis sueños no suele haber mucho movimiento vehicular de noche, veo que aparece un vehículo… una camioneta para ser más exacto. Veo que la camioneta se detiene cerca de una iglesia de mi barrio y el conductor sale a recoger algo de una casa y mentalmente me digo a mí mismo: “¡esta es tu oportunidad!”. Saco un traje extraño y me visto con él, luego me subo a la camioneta y me oculto detrás cubriéndome con un saco o manta que ya había allí (creo que estaba transportando madera o algo así). Como sea, me doy cuenta de que el conductor volvió a subirse a la camioneta y parece que va a dirigirse a su destino que, aunque yo ni siquiera conocía a esta persona, es como si supiera que va a llevarme exactamente a donde quiero ir. Luego, mientras el vehículo está en movimiento, yo me voy preparando (¿?).

Finalmente llego a mi destino, saco mis “herramientas” y todo termina aquí… mi objetivo es eliminado.

El objetivo era un individuo exactamente igual a mí, pero unos 2 años más joven… así es, yo fui mi propio asesino esa noche.




Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *